Política

Gaza: el genocidio de nuestro tiempo

Fui y soy un convencido de la formación del Estado de Israel. También del derecho de Israel a defenderse frente a aquellos que no reconocen su existencia. Desde 1948, Israel se ha enfrentado a múltiples guerras contra naciones que buscan su desaparición. Luego de siglos de persecución, vejaciones y exterminio, los judíos del mundo merecían un hogar. Un Estado auténtico y democrático. Un Estado que garantizara la existencia pacífica del pueblo judío. El antisemitismo más recalcitrante se opuso, pero una amplia mayoría de la comunidad internacional apoyó y respaldó a Israel. Estados Unidos y Europa se volvieron en sus garantes y escuderos. 

Los judíos sufrieron el genocidio más cruel de la historia de la humanidad. El régimen Nazi exterminó a más de seis millones de judíos. Los campos de concentración son el escenario más negro de la crueldad humana. La herida del genocidio judío se ha ido cerrando con mucho dolor. Alemania pidió perdón. El régimen nacionalsocialista fue derrotado y los judíos pudieron levantar la mirada y volver a casa. Cualquier crítica a los judíos por el simple hecho de serlo, es un racismo inaceptable. Nunca se puede rebajar las tropelías de un Estado a la totalidad de su población. 

Los ataques terroristas del siete de octubre de 2023 fueron un antes y un después para el Medio Oriente. La operación de Hamas, que supuso mil 200 asesinatos y 250 rehenes israelíes, desencadenó una guerra que ha sido sangrienta y cruel sobre todo para la población civil que nada tiene que ver con Hamas. Duele escribir la catástrofe humanitaria en Gaza. Desde aquél día, cada nueve minutos es asesinado un palestino. La amplia mayoría (85%) son población civil que nada tiene que ver con la guerra. Y, peor, siete de cada 10 son mujeres y niños. Quien decide bombardear indiscriminadamente en contra de una zona densísimamente poblada y sin escapatoria, asume que matará inocentes. Esa fue la decisión que tomó Benjamín Netanyahu y su gabinete. Exterminar por las armas o por inanición a un pueblo indefenso. 

La tragedia no acaba en las muertes. Gaza es hoy un infierno en la tierra. 90% de la población (1.9 millones) ha sido desplazada de su lugar de residencia. Más de la mitad de las casas están dañadas y el 98% de las tierras que cultivan alimentos ha sido eliminada. La criminalidad del Gobierno de Israel ha llegado al extremo de bloquear ayuda que va dirigida a atender los problemas sanitarios y alimenticios de los habitantes de la Franja. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define genocidio como: actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Incluye: matar a miembros del grupo; causar daño físico o mental grave a miembros del grupo; someter deliberadamente al grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos dentro del grupo; trasladar forzosamente a niños de un grupo a otro grupo. El Estado de Israel es genocida. Ése mismo Estado que nació como respuesta a un genocidio. Ningún dolor, herida o trauma puede justificar la acción deliberada para desaparecer a un pueblo entero de la faz de la tierra. 

Frente a esta realidad, la comunidad de países ha sido enormemente hipócrita. Por un lado, Europa y Canadá reconocen al Estado palestino. Eso es un formalismo indigno frente a la catástrofe humanitaria. Los gazatíes hoy necesitan sobrevivir, comer y atenderse medicamente, el reconocimiento como estado es más para consumo interno y como respuesta de gobiernos como el francés o el británico que perciben la indignación entre sus poblaciones. Estados Unidos, por su parte, al estilo Donald Trump: espectador del genocidio. Ya le vendrá bien a Trump que desaparezca la molesta población de Gaza y que se puede convertir la Franja en un hermoso resort turístico para disfrute de multimillonarios. 

México pervive en la amoralidad. Desde hace muchos años, México es incapaz de condenar nada. Ni la invasión rusa en Ucrania ni tampoco el exterminio palestino. Nuestra estrechez moral llega a evitar que nos ponga aranceles Estados Unidos. Pura propaganda y cobardía antiimperialista que no se traduce en nada en la práctica. Pura retórica vacía. 

No sé en qué acabará todo. Sin embargo, el Estado de Israel llevará esos crímenes pegados a su existencia. La criminalidad y salvajismo de su actuación marcarán para siempre a Israel. No es ningún alivio, pero sí un recordatorio que la historia siempre llega. La justicia alcanza, temprano o tarde. Cualquier demócrata en el mundo debe alzar la voz frente al genocidio. La víctima que olvidó su pasado y se transformó en el asesino.


Google news logo
Síguenos en
Enrique Toussaint
  • Enrique Toussaint
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.