La contaminación por plásticos y microplásticos es uno de los desafíos del siglo XXI, afectando a la salud humana, los ecosistemas y la economía global. México genera 5.7 millones de toneladas de residuos plásticos al año, en sectores industriales específicos que contribuyen a su liberación en ecosistemas urbanos y naturales (INFCP, 2023).
La industria del embalaje es el mayor generador con 89,000 toneladas por año, seguida por la automotriz con 450,000 toneladas por año y la petroquímica con 380,000 toneladas por año, con tasas de reciclaje entre 4 y 22% (Cluster Industrial, 2025).
En ciudad de México, los ciudadanos inhalan cerca de 1,000 piezas de microplásticos al año, con fibras textiles como las más concentradas, 450 partículas por metro cubico (UNAM Global, 2022). La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos y la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente regulan los plásticos de un solo uso, promoviendo alternativas biodegradables y la economía circular (Cámara de Diputados, 2023; Senado de la República, 2024).
El Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico establece metas de reciclaje y prohíbe microplásticos añadidos intencionalmente (SEMARNAT, 2024). Sin embargo, la fragmentación regulatoria y la insuficiente infraestructura limitan el impacto de estas políticas.
La gestión de residuos sigue siendo un reto multidimensional que requiere coordinación entre gobierno, industria, academia y sociedad civil. Solo mediante una visión sistémica será posible avanzar hacia un modelo circular y resiliente, capaz de enfrentar la crisis de los plásticos y microplásticos en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
La contaminación por plásticos y microplásticos es uno de los desafíos del siglo XXI, afectando a la salud humana, los ecosistemas y la economía global. México genera 5.7 millones de toneladas de residuos plásticos al año, en sectores industriales específicos que contribuyen a su liberación en ecosistemas urbanos y naturales (INFCP, 2023).
La industria del embalaje es el mayor generador con 89,000 toneladas por año, seguida por la automotriz con 450,000 toneladas por año y la petroquímica con 380,000 toneladas por año, con tasas de reciclaje entre 4 y 22% (Cluster Industrial, 2025).
En ciudad de México, los ciudadanos inhalan cerca de 1,000 piezas de microplásticos al año, con fibras textiles como las más concentradas, 450 partículas por metro cubico (UNAM Global, 2022). La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos y la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente regulan los plásticos de un solo uso, promoviendo alternativas biodegradables y la economía circular (Cámara de Diputados, 2023; Senado de la República, 2024).
El Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico establece metas de reciclaje y prohíbe microplásticos añadidos intencionalmente (SEMARNAT, 2024). Sin embargo, la fragmentación regulatoria y la insuficiente infraestructura limitan el impacto de estas políticas.
La gestión de residuos sigue siendo un reto multidimensional que requiere coordinación entre gobierno, industria, academia y sociedad civil. Solo mediante una visión sistémica será posible avanzar hacia un modelo circular y resiliente, capaz de enfrentar la crisis de los plásticos y microplásticos en beneficio de las generaciones presentes y futuras.