La ciudad de San Pedro enfrenta una encrucijada crítica con el reciente cambio en los lineamientos de uso de suelo, impulsado de manera apresurada por la administración destacada. Este proceso ha desatado una ola de preocupación y protesta entre los residentes del Casco Histórico, quienes se sienten ignorados y desprotegidos ante decisiones que transformarán significativamente su entorno.
La premura con la que se ha llevado a cabo la modificación de los lineamientos de uso de suelo en el Casco histórico de San Pedro es, en sí misma, motivo de desconfianza. La administración saliente decidió implementar estos cambios justo antes de finalizar su mandato, sin una consulta adecuada a los vecinos. Esto, sumado a la falta de transparencia y comunicación efectiva, ha generado una percepción de maniobra oportunista y de espaldas a la ciudadanía.
Platicando con un integrante del equipo de transición del alcalde electo sostiene que “se está haciendo un cambio de lineamientos en fast track a las 11:45, a punto de que termine el Gobierno actual, cosa que pues lo hace bastante sospechoso”. Esta declaración resuena con la frustración de muchos residentes que sienten que sus voces no han sido escuchadas y que las decisiones están siendo tomadas sin considerar las repercusiones a largo plazo.
Una de las críticas más fuertes al proceso ha sido la falta de una consulta ciudadana efectiva. Aunque se realizó una consulta legal, ésta se limitó a la publicación de información en una página web, esperando que los ciudadanos interesados dejen sus comentarios. Este método es insuficiente y excluye a gran parte de la población, especialmente a los adultos mayores que no pueden tener acceso o habilidades para interactuar en línea.
No se visitó casa por casa la gente, ni se hizo una encuesta, ni se platicó a fondo con los vecinos. La ausencia de un diálogo directo y significativo con los residentes es un fallo grave que socava la legitimidad del proceso y refuerza la percepción de inequidad y desconsideración por parte de las autoridades.
El incremento de la densidad y la altura de los edificios en el Casco histórico de San Pedro tiene implicaciones profundas. La falta de infraestructura adecuada para soportar este crecimiento es una preocupación legítima. No tenemos certeza de que estén dadas las factibilidades de agua, de electricidad.
Los temores es que sin una planificación adecuada, el desarrollo urbano apresurado pueda llevar a un colapso de los servicios básicos, afectando gravemente la calidad de vida de los residentes. Las grandes ciudades primero ponen el drenaje, primero ponen el pluvial, primero garantizan el suministro de energía y luego se van para arriba. San Pedro debería seguir este ejemplo y no apresurarse sin las garantías necesarias.
La administración entrante se enfrentará a un reto considerable al heredar este conflicto. La falta de comunicación y colaboración entre el Gobierno destacado y el equipo de transición agrava la situación.
El Gobierno entrante deberá abordar las decisiones ya tomadas y buscar revertirlas o ajustarlas a favor de los ciudadanos, aunque esto implique enfrentarse a desafíos legales y administrativos. La transparencia y la inclusión de los residentes en el proceso de toma de decisiones serán cruciales para restablecer la confianza y garantizar un desarrollo urbano equitativo y sostenible.
El caso del Casco en San Pedro pone de manifiesto la necesidad de una participación ciudadana más activa y efectiva en los procesos de planificación urbana. Los ciudadanos deben tener un papel central en las decisiones que afectan su entorno y calidad de vida. La administración pública tiene la responsabilidad de facilitar esta involucración mediante consultas inclusivas, diálogos abiertos y una comunicación constante y transparente.
Para los sampetrinos debe ser un llamado de atención sobre las prácticas de gobernanza y la importancia de la equidad en la planificación urbana. Solo a través de un enfoque inclusivo y transparente se podrá construir una ciudad que refleje las necesidades y aspiraciones de todos sus habitantes.