Alfa, beta, delta, gama, ómicron y todas las variantes del SARS-CoV-2 han arrastrado a nuestra generación a vivir con miedo: a infectarse otra vez, a volver a la escuela y a regresar a la oficina.
Se teme socializar o utilizar el transporte público, pero también subir al ascensor, abrir una puerta o estar sin distancia con un compañero. La nueva realidad ha traído consigo ansiedad de ir al comedor o al baño, o cualquier potencial foco de contagio.
Todos los días escuchamos: ya se enfermó mi vecino, ya se contagió mi compañero de trabajo, mi amiga, el que pasa por la correspondencia, el del almacén; los trabajadores han desarrollado excesiva ansiedad asociada al covid-19.
Nos enfrentamos a un nuevo problema de salud mental, la coronafobia, sobre la que alerta la Organización Mundial de la Salud a través de las diversas plataformas.
Ayer Alma Rosa Marroquín, titular de Salud, y Samuel García, gobernador de Nuevo León, pedían no confiarse, no bajar la guardia; que las autoridades mantengan discursos fatalistas inciden en aquellos que están más expuestos y que padecen afecciones derivadas del covid, también entre quienes temen ser transmisores porque conviven con niños o personas de riesgo.
La coronafobia ha encontrado su nicho en personas vulnerables y en aquellas con cierta predisposición a trastornos mentales como las fobias.
Una fobia está considerada una enfermedad común dentro de los esquemas de salud pública y no una enfermedad derivada de la actividad profesional, por lo que no es motivo de baja laboral profesional, tampoco reconocen la ansiedad post-covid como riesgo derivado del trabajo que desencadena una excesiva ansiedad por temor al contagio, en el marco de las relaciones laborales.
El coronavirus ha generado hipocondría, heredada en muchos casos del confinamiento, se agrava si constantemente se informa sobre las cifras de infectados, hospitalizaciones, muerte.
La nueva normalidad representa un cambio de paradigma en muchos aspectos. Igual que incorporamos a nuestra vida la mascarilla, se suprime en el ámbito laboral todo contacto como medida de prevención sanitaria. Entonces solo nos queda respirar para encontrar el valor de dar el siguiente paso, hasta entonces cuidémonos.
@enriqueburgosv