Ahora nos enteramos que para evitar un espectáculo, López Obrador no acudirá al encuentro con integrantes de la Caminata por la Verdad, la Justicia y la Paz. Será el gabinete de seguridad el que los atienda en Palacio Nacional, el próximo 26 de enero.
En la misma conferencia donde informó esto, explicó, otra vez, cómo se podría rifar el avión del Ejecutivo federal; comentó que los memes han sido buenísimos (y sí, muy ingeniosos); recitó cómo tendría que iniciar la historia donde se narre el cuento de la famosa aeronave: “Érase una vez un gobierno faraónico, en que sus monarcas se trasladaban en aviones de lujo…”
Está muy bien el sentido del humor. También, recordar el obsceno despilfarro de Felipe Calderón y Enrique Peña.
Me parece adecuado que no desee viajar en esa ostentosa nave. Que prefiera venderla, subastarla, rentarla y hasta rifarla, si la ley lo permite.
Pero es difícil creer que no quiera hacer un show.
¿Por qué no recibir personalmente a aquellos que han vivido en carne propia el horror, la muerte, la pérdida, el dolor que inunda a México?
¿Para proteger la investidura, como indicó?
Lo cierto es que algo importante se rompió entre Andrés Manuel y Sicilia.
Antes, se abrazaban y hasta rezaban juntos.
Hoy, ya siendo poder, es su voluntad no verlo. Lo coloca en el mismo saco de la raquítica y moralmente derrotada oposición, a pesar que el movimiento que encabeza el poeta se ha deslindado de partidos y de los responsables de la guerra y sus principales defensores. Incluso, pidieron a grupos políticos abstenerse de asistir a la marcha. No están invitados.
En fin, que es el corazón del mandatario y no la investidura, la razón por la que no quiere escuchar, darle un apretón de manos y un beso fraterno a Javier Sicilia.
Ojalá pronto se reencuentren.
Aquí entre nos…
Hay muchas maneras de proteger la investidura presidencial.
Una de ellas sería no tomarse fotos con Manuel Bartlett. Justo cuando existen denuncias en curso y se supone que lo investiga la Fiscalía General de la República, y cuando lo acaba de exonerar de manera polémica su secretaria de la Función Pública, sería bueno que cuidara las formas… y el fondo.
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