En un contexto de transformaciones por primera vez en la historia la Cámara de Diputados tiene una composición paritaria. Tenemos 250 diputadas y 250 diputados; así se cumple con la reforma constitucional del 6 de junio de 2019, la cual señala que la paridad transversal será aplicable a partir del proceso electoral federal o local siguiente a la entrada en vigor del Decreto.
Se marca un antes y un después en la manera de distribuir el poder entre hombres y mujeres, consolidando a México a la vanguardia mundial en la adopción de mecanismos formales para garantizar el acceso de las mujeres a los espacios de toma de decisión.
Por su parte, el Senado de la República vuelve a ser presidido por una mujer, la Senadora Olga Sánchez Cordero, reafirmando que la actuación de las mujeres en la vida política del país ya no tiene marcha atrás. La experiencia y sensibilidad de nuestra presidenta de la Mesa Directiva sumarán a la fortaleza de los trabajos parlamentarios a favor de México.
Así como en el Legislativo, en el Poder Ejecutivo se viven una serie de cambios en el gabinete como la llegada de Adán Augusto López Hernández a la Secretaría de Gobernación, dependencia clave encargada de las relaciones entre Poderes, gobierno, partidos políticos y sociedad civil, que, con la experiencia y visión de Estado por parte de su titular, sin duda fortalecerá el compromiso y ánimo a favor de la vida institucional de México. Como ya lo he mencionado, hay que voltear al Sur, que es donde inicia la grandeza de nuestro México.
Y si de transformaciones hablamos, el jueves pasado en el Senado de la República, en cumplimiento a una importante reforma constitucional aprobamos prácticamente por unanimidad la Ley de Revocación de Mandato; entendiéndose como el instrumento de participación solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño del cargo a partir de la pérdida de la confianza o el deseo de que continue en el hasta el término del periodo constitucional.
Prevaleció en la Cámara Alta nuevamente el diálogo, el oficio político y la concertación para abrir paso al consenso en torno a esta figura de innovación jurídica en nuestro país.
Esta herramienta de participación ciudadana se remonta a la antigua democracia ateniense, ya en la época contemporánea países europeos como Suiza y Alemania han incorporado la figura del referéndum revocatorio; por su parte en el continente americano países como Estados Unidos, Cuba, Argentina, Colombia, Perú, Panamá, Ecuador, Venezuela y actualmente México.
Con la Ley aprobada desde el Senado, el propio presidente de la República es congruente con su compromiso al someterse él mismo a este ejercicio ciudadano. Sin duda favorece la rendición de cuentas y control político que incentiva la responsabilidad del titular del Ejecutivo Federal, su representatividad y el cumplimiento de su palabra empeñada.
Es pues que, en este contexto de transformaciones podemos y debemos hacer nuestro mayor esfuerzo para dialogar y convocar a la unidad para lograr la conciliación entre todos los actores políticos y sociales en aras de un mayor bienestar para el pueblo mexicano.