Tras la entrega de los Informes Individuales y el Informe General Ejecutivo del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2018 de la Auditoría Superior de la Federación a la Cámara de Diputados federal surgió el dato de 36 observaciones realizadas a la Universidad Autónoma el Estado de Hidalgo. Sí, la misma UAEH que desde hace más de un año viene cargando a cuestas la investigación por lavado de dinero que indaga la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda del Gobierno de México.
De acuerdo al documento oficial, la ASF revisó 36 resultados de la UAEH, de los cuales en 14 no se encontraron irregularidades y 9 fueron solventadas por la entidad fiscalizada antes de la emisión de este informe.
Los 13 restantes generaron una recomendación (sobre el tema de las pensiones y aportaciones patronales), tres promociones del Ejercicio de la Facultad de Comprobación Fiscal, una promoción de responsabilidad administrativa sancionatoria y nueve pliegos de observaciones.
La rectoría de la Universidad de inmediato salió al paso del informe y descalificó –fieles a su estilo- el proceso administrativo y los comentarios al respecto que comenzaron a generarse en medios de comunicación al decir que se trata de una distorsión y mal uso de la información.
La institución a cargo del rector Adolfo Pontigo indicó que las auditorías para ellos son procesos normales y periódicos que pueden tener observaciones y existen plazos legales para respuesta y aclaraciones.
Como dato curioso, una universitaria en San Lázaro, Lidia García Anaya, solicitó al auditor federal establecer lazos de colaboración con la Fiscalía General de la República para poder dar cauce a las carpetas de investigación que están olvidadas desde las cuentas públicas del 2013 y se busquen mecanismos para recuperar los recursos que fueron mal administrados y se impongan las sanciones a los funcionarios.
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