Desaparecer el Consejo Universitario, que renuncie el rector, que se transforme la vida institucional y académica son las peticiones más importantes de los estudiantes en paro de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
Si bien no se ha dicho qué pasará con el conflicto estudiantil, la realidad es que no hay forma de borrar todos los organismos internos de la máxima casa de estudios de la entidad, como si se tratara de un decreto o de un plumazo.
De ser así, o de poderse hacer, pues en México todo es posible, dejaría de ser una universidad autónoma y pasaría a ser del gobierno como las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, a menos de que eso sea parte de la lucha por borrar todo el pasado e historia de la Garza Universitaria.
Pensar que eso pasará es muy inocente, pero también lo es el que se quiera eliminar por completo el tema del Consejo Universitario, que es la máxima autoridad y los responsables de las políticas educativas y administrativas dentro de la institución estatal.
Si bien se puede disentir de cómo operan sus integrantes, es probable que antes de que puedan o intenten desaparecerles, se termine llegando a un acuerdo entre gobierno-alumnos y autoridad universitaria.
Como sea, esta semana es decisiva en el paro de la UAEH ya que el semestre está en riesgo y al menos siete días más no habrá actividades, pues la respuesta de la Rectoría fue sentarse a la mesa de diálogo hasta el jueves y viernes, lo que representa que no tendrán clases.
Llegar a la parte final de octubre sin haber recuperado el tiempo en las aulas, pondrá en jaque a quienes tenían proyectos de aprendizaje medido y certificado dentro de la UAEH.
Además de que es poco probable que se acepte en términos sindicales y laborales, el que puedan trabajar en diciembre para rescatar el semestre.
La UAEH está en una encrucijada en donde puede sucumbir ante la fragilidad institucional y aceptar que el gobierno tome las riendas, perder la autonomía y pasar a ser un ente oficial.
O bien acceder a las peticiones estudiantiles y dejar una especie de jurisprudencia para el futuro en donde se aplique el mismo método para la obtención de acciones mediante paros y pliegos petitorios.