La tendencia de la transición de régimen político en Hidalgo ya comenzó en organismos como la Comisión de Derechos Humanos del estado, y parece que así será la tendencia a partir del próximo 5 de septiembre.
La recién llegada presidenta de los Derechos Humanos en el estado, Ana Karen Parra presentó un primer diagnóstico de cómo se ha encontrado a una de las oficinas con más exigencia y observación por parte de la ciudadanía, que quizá es la más recurrida, junto a las instancias de Seguridad Pública y la Procuraduría.
Todo habitante del estado, ha pensado en algún momento interponer una queja por considerar que se están violentando sus derechos básicos y universales como ser humano; por cualquier situación. Por eso se trata de una oficina vital para el desarrollo de la sociedad.
Karen Parra señaló lo clásico y que al parecer será el camino de muchos de los nuevos titulares de dependencias en el gobierno estatal: hubo irregularidades, se dejó de hacer esto, aquello y todas las culpas que suelen pasar de una administración a otra. Sin embargo en Derechos Humanos, la nueva ombudswoman dijo algo que puede resultar en una situación más seria. Hay casos donde se estuvo articulando lo que podría ser un juego con dependencias estatales, las más señaladas en materia de violación de derechos humanos, trato digno en hospitales, detenidos por la policía, menores de edad con maestros, violación de derechos en pueblos y comunidades. Sin duda comenzará una nueva relación entre el Poder Ejecutivo y la Comisión de Derechos Humanos, en la que se tendrá que endurecer la política de supervisión y transparencia, los mecanismos para acceder a una mejor impartición de justicia y que las recomendaciones surtan efecto.
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