Los partidos que no cuentan con registro nacional pero que participan en la elección para diputados locales son más que un satélite para alianzas, pues han sabido adaptarse a las condiciones de la actual democracia. Con pocos recursos, irrumpen en la escena electoral desde hace varios años, con pocas historias de éxito, pero con una nueva oportunidad este 2021.
En el estado son cuatro: Podemos, Más por Hidalgo, Nueva Alianza Hidalgo y Encuentro Social Hidalgo; los últimos dos, parte de lo que fueron sus partidos originales a nivel federal pero que perdieron el registro en 2018, sin embargo, aquí lo conservaron. Sacar adelante a un proyecto de dicha índole, con la carga de tener que postular 18 fórmulas y listas plurinominales, no es cosa fácil. ¿Qué les lleva a mantenerse o buscar espacios de representación? Originalmente puede pensarse que hay alguien detrás, que son intereses de grupos que no pudieron acomodarse en los partidos tradicionales o los de mayor arrastre, quienes tienen casi seguro algunos triunfos, pero no en todos las regiones.
Los partidos locales buscan entonces a la población indecisa, que sigue siendo la mayoría y que en las encuestas y mediciones se observa que ya no quieren votar por los de siempre.
Son opciones que la propia participación nos ofrece a la ciudadanía, pero también no todo lo que brilla es oro. Por experiencias anteriores, algunos personajes con poca o nula experiencia no han dejado dividendos reales a la política y en el caso de los cuatro partidos locales, se debe analizar a quien o quienes los manejan. Hay tiempo de sobra para ver las propuestas y plataformas, por lo que no le caería nada mal a los votantes observar qué traen dichos partidos que buscan el sufragio popular. _
Eduardo González
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