La semana en Morena Hidalgo inicia con la encomienda de sacar a las y los 84 candidatos a las presidencias municipales, sus planillas y no morir en el intento.
Lo anterior porque es evidente que no quedarán contentos todos los participantes que estuvieron acudiendo a las mesas de diálogo y unidad política, en donde se les vendió el discurso de que se respetarán las encuestas, lo cual es poco probable que suceda.
Y es que tan solo el fin de semana se pudo ver aspirantes municipales en eventos oficiales como en Actopan, Pachuca y otros municipios donde buscan posicionar a quienes no han levantado en las mediciones locales, pero que a la fuerza quieren dejar como candidatos y candidatas a las alcaldías para la votación del 2 de junio.
Al final, el problema no será el que designen a quien deseen las cúpulas, sino que al hacerlo provocarán que se empiecen a conformar grupos antagónicos con los propios personajes desairados que van a terminar sumando votos en contra y no solamente eso, pueden arrastrar consigo olas negativas para el tema de diputados federales, Senado y la presidencia.
Caso aparte es el Congreso del estado, que todo indica que están dejando al final del final, con tal de ya no tener aspirantes metidos en la dirigencia estatal del partido guinda y que estén mostrando sus dotes a fin de ser los preseleccionados.
Parecería que todo esto se pudo haber evitado con simple y llana política: el oficio de oficios.
Liderazgo al más puro estilo de convocar y sacar acuerdos desde el primer momento para que no se arremolinen los interesados, como a la hora de solicitar empleo.
Acuden quienes tienen que acudir y terminan todos medianamente conformes, pero satisfechos tras escuchar argumentos, ser atendidos y hasta ofrecer apoyo.
Para las presidencias municipales habrá mucha labor territorial por hacer y quienes terminen siendo designados, deberán comenzar la operación cicatriz lo más pronto posible.
Para el Congreso, se debe dejar sentir la mano política y de peso del primer círculo morenista hidalguense bajo el mando del gobernador Julio Menchaca Salazar.
