Dentro de los saldos electorales del 2 de junio, a una semana del triunfo de Claudia Sheinbaum, los políticos que perdieron siguen en la etapa de la negación y están pasando al delirio en carne viva.
Sin pretender restregar lo ocurrido en la jornada electoral, la falta de madurez está haciendo caer a los opositores del presidente López Obrador en un discurso tan radical como ridículo para los tiempos presentes.
El llamado que hacen a una resistencia civil no pacífica, porque plantean escenarios catastróficos que pueden causar conmoción en personas que no controlan las emociones, no abonan a una paz social que requiere el país.
Son ellos, los que dicen amar a México y que se dicen ser la voz del pueblo y los intérpretes de la ley y la justicia, los que están pidiendo a gritos que las cosas se descontrolen para mal, que nos lleve el tren de la economía y que estalle la guerra al interior.
Saciar su sed de venganza sería insuficiente porque están llenos de odio que no hay peste que los pueda dejar calmos del alma; basta con leer y ver los comentarios de personajes como Guadalupe Acosta Naranjo, Emilio Álvarez Icaza, Carlos Alazraki, Pedro Ferriz de Con, Laura Zapata, Mario di Costanzo, personas que por décadas han sido parte de la opinión pública del país, que cuentan con una reputación que les precede, que son parte activa de la sociedad y que merecen todo el respeto, pero que están decididos, y eso parece al escucharles, a buscar la polarización al extremo sin importar las consecuencias.
Llaman a salir a las calles cuando el proceso electoral terminó, a resistir como si estuviéramos en un episodio bíblico de las peores magnitudes, y no parece que quieran que las cosas sean mejores, sino todo lo contrario.
Me parece que al igual que con la campaña presidencial de la oposición, se equivocan en los planteamientos que nacen desde un enojo social y no desde una concepción ideológica que se gane el corazón de los mexicanos, como sí lo hizo y lo está haciendo la 4T, o al menos eso es lo que reflejan los resultados de la elección del 2 de junio.