El estado de Hidalgo tiene fijada una meta en el corto y mediano plazo, para que en 2029 se hayan cumplido siete compromisos que acordó el actual mandatario Omar Fayad Meneses durante su participación en el Foro Mundial del Cambio Climático.
Dichos acuerdos, firmados en 2021 en Reino Unido, un territorio con el que hubo acercamiento comercial y político por las buenas gestiones del gobernador saliente, deberán de realizarse con la siguiente administración e incluso con la que le sigue.
Se trata de 5 compromisos de acción climática en favor de las generaciones de hidalguenses actuales y de las que precederán. El primero y más importante es que en 7 años, se deben tener cero deforestaciones en Hidalgo, y eso incluye las áreas verdes de las principales ciudades en donde es común ver como talan a lo desgraciado.
Además, en 20 años, todo el transporte masivo deberá ser sustentable, lo que incluye taxis, Tuzobús, autobuses foráneos y hasta autos rentados.
También, en 20 años, Hidalgo deberá ser referente de electromovilidad, recuperar las cuencas hídricas y resarcir el pasivo ambiental de Tula.
Es una tarea descomunal para el siguiente gobierno que encabezará Julio Menchaca Salazar, pero es parte de una agenda congruente con los objetivos internacionales para heredar un mejor planeta.
No es descabellado pensar en que Tula puede y debe dejar de ser una de las zonas más contaminadas del país y del mundo; tampoco que los ríos pueden remediarse, volver a ser parte del paso de agua natural.
En esta agenda, subrayó el gobernador Fayad, define que para lograr dichas metas se deben habilitar ciertos factores de arrastre, como la mejor planificación de las ciudades; impulsar la economía circular en las regiones; tener resiliencia hídrica, entre otros tópicos en los que se deben actualizar los funcionarios y políticos.
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