El secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández visitó Hidalgo no como un acto de campaña política o para promocionarse rumbo a 2024; sin embargo, supo capitalizar la visita relámpago para dejar una muy buena impresión en el estado.
Sencillo, sin una seguridad ostentosa y acompañado de morenistas, diputados federales y una comitiva discreta, el titular de la Segob en la actualidad dista de ser aquel supersecretario por el que se paralizaba una avenida (al estilo Fofo Márquez) o se detenía la actividad en gobierno, para que todas y todos fueran al evento.
Adán Augusto le devolvió la cortesía a Julio Menchaca Salazar, gobernador electo de Hidalgo, pues desde hace semanas se esperaba su presencia luego del triunfo del 5 de junio en la entidad, pero por un contagio de covid no se pudo realizar.
Ya en Pachuca, el tabasqueño acudió a una comida con empresarios, representantes del sector turístico, propietarios de restaurantes en la ciudad, y gente que tiene sus inversiones en varias partes del estado, a quienes se les brindó un mensaje de confianza en la 4T, que está por dar sus primeros pasos en Hidalgo. Augusto dejó de lado los protocolos y también fue sincero, hay mucho camino por recorrer en la actual administración del presidente López Obrador, en especial, en lo que serán los nuevos gobiernos morenistas de Hidalgo, Tamaulipas y otras entidades como se espera que sea el Estado de México el siguiente año.
También reconoció que la situación no es fácil, que la lucha contra el crimen y la delincuencia no ha cesado y no hay minuto de descanso. Sin embargo, la ruta trazada no habrá de cambiar. Muy saludado, aplaudido y con buenos comentarios, así fue la visita del secretario de Gobernación del gobierno federal al estado, una visita singular, donde no hubo el saludo oficial, ni la reunión con el gobernador en turno.
Eduardo GonzálezTwitter: @laloflu