Ayer circuló la información de que un juez del Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito ordenó a la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno federal descongelar las cuentas bancarias de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo que están bajo investigación desde 2019.
Horas más tarde se supo que el propio Santiago Nieto, titular de la UIF, desestimó el presunto ordenamiento ya que existe un segundo acuerdo de bloqueo e investigación de cuentas de la UAEH, mismo que está en marcha y por lo tanto no pueden desvincularse las cuentas bancarias.
Primero se habló de 6 cuentas de diversos bancos, luego de 151 millones de dólares, al final nada ha sido aclarado del todo, pero la única información real es la oficial. Las cuentas de las UAEH no serán desbloqueadas y el proceso penal por presunto lavado de dinero y crimen organizado sigue en contra del ex presidente del Patronato, Gerardo Sosa y de varios implicados.
Pareciera que el tema no avanza o se quedó, curiosamente, congelado desde aquel inicio de 2019 cuando comenzó el asunto en la Secretaría de Hacienda, pero también no se han ofrecido pruebas contundentes para no dudar o no pensar que hay culpabilidad en la parte acusada.
La Universidad de Hidalgo sigue de pie, como sea, pero ya sin la bonanza de años pasados. La pandemia le cayó como anillo al dedo, diría el Presidente, pero con la reanudación de actividades se tendrá que pensar en muchos aspectos administrativos para poder solventar gastos.
Por mientras, hoy inicia su periodo para vacunar a los trabajadores y docentes de Pachuca, Mineral de la Reforma y San Agustín Tlaxiaca, con lo que se cumple con la encomienda nacional para poder volver a las aulas lo más pronto posible. Lo que sí, el tema de la investigación no está detenido, ni se les devolverán, por el momento, sus cuentas bancarias.
Eduardo González
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