Con la pandemia en nuestras vidas se puso a prueba como nunca la atención y calidad del sistema de salud en México, por hablar únicamente del país.
Y es que son una tradición nacional las quejas que siempre se tienen del IMSS, el Issste, los hospitales públicos, y de unos años a la fecha, de la medicina particular.
La atención hospitalaria en México dista de ser de primer mundo, se ha reconocido durante muchos años, pero hoy, en medio de una crisis sanitaria mundial, donde las vidas de pacientes están en riesgo permanente y la de los propios médicos, enfermeras y trabajadores, se debe de reconocer que el esfuerzo sí ha sido mayor al esperado y que sí se ha brindado esa atención de calidad.
Quizá se han presentado problemas mayores como la falta de insumos, las agresiones al personal, la falta de confianza, pero es un hecho tangible que han sacado la casta no sólo por su profesión o vocación, sino por el país entero.
El motivo de orgullo en México es y será por mucho tiempo la brillante actuación de sus médicos en todos los frentes, tanto en los hospitales públicos como en los privados, tanto en los gobiernos, como en la era digital y de atención.
La profesión de Médico Cirujano no sólo ha evolucionado con la pandemia, sino que se reinventa de aquí en adelante para ser una de las nuevas formas de preservación de la especie humana en este planeta.
En Hidalgo, los médicos y trabajadores del sector Salud han sido los héroes anónimos y debemos reconocerlos por su esfuerzo y dedicación en los momentos más difíciles de la contingencia sanitaria. En pocas palabras nadie se ha matado como ellos y es por lo que la vida busca seguir con su nueva normalidad de cara a encontrar la vacuna, la cura, la salida a esta crisis de la humanidad.
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