Que en el Edificio Ejecutivo del CIS ya se tomó una decisión que moverá, literalmente, el paisaje urbano ya que el teleférico actual cambiará de ubicación. La empresa que gane la licitación del Cablebús no solo tendrá que levantar la nueva obra insignia en infraestructura, sino también desmontar y trasladar la estructura del teleférico existente hacia un nuevo punto turístico. Dicen que la idea es revivir el atractivo, darle mejor uso y convertirlo, ahora sí, en un imán para los visitantes, pero también en un paseo realmente aprovechado por los poblanos.
Que tras la movilización de la Generación Z el gobierno del estado lamentó la violencia y aseguró que el operativo se mantuvo “sin uso de la fuerza”, enfocado en proteger a los asistentes. Pero lo que más llamó la atención fue la declaración del gobernador Alejandro Armenta, quien dijo que en la manifestación habrían participado funcionarios de San Andrés Cholula y del PAN, lo cual dio paso a un nuevo round político alrededor de una marcha que, según sus participantes, buscaba ser ciudadana. Más tarde al ayuntamiento sanandreseño salió a deslindarse.
Que otra vez arrancó la contienda azul en la capital y tras quince años de dirigencias encabezadas por hombres, la militancia tendrá que elegir a una mujer el próximo 7 de diciembre. Lupita Leal volvió a escena pero ahora con fórmula renovada en la figura de Fernanda Huerta, mientras que del otro lado, Gaby Ruiz tomó el relevo de la planilla que antes encabezaba Manolo Herrera, quien, por cierto, sigue aferrado a la fórmula. La primera propuso un debate abierto y su contrincante lamentó que el PAN continúe atrapado en enredos internos.
Que el secretario de Educación Pública federal, Mario Delgado, puso los ojos en Puebla para arrancar el programa La Escuela Cerca de Tu Casa y el estado será uno de los más beneficiados: con ocho bachilleratos modulares que se construirán en los próximos meses. Mientras tanto, en la SEP local ya preparan el anuncio de lo que llaman “el salto educativo del sexenio”. Veremos si esta vez la apuesta llega a buen puerto o se queda en promesa de escritorio.