Que en un acto de diplomacia celestial, la ex alcaldesa de Texmelucan, Norma Layón, respondió con un iluminado “bendiciones a los texmeluquenses”, luego de que el actual edil, Juan Manuel Alonso, la responsabilizara del caos en materia de seguridad que se vive. Con tono sereno, casi apostólico, la hoy funcionaria se desmarcó de cualquier vínculo con el desorden actual y, en plan de madre superiora, sugirió que señalar al pasado no es el camino, que el asunto es cosa del presente.
Que en la Fiscalía General decidieron que ya era tiempo de quitarle el candado a la puerta del conocimiento y de paso, al archivo de convenios. Después de casi cinco años sin recibir practicantes, la titular de la institución, Idamis Pastor Betancourt, se comprometió con seis universidades para reactivar el servicio social y las prácticas profesionales en la dependencia. Más de uno aplaudió la decisión, porque en últimos años los alumnos solo podían ver el sistema desde fuera y a veces, ni eso. Ahora, al menos, podrán meter las manos (legalmente) en los expedientes.
Que el sueño de un transporte interno eficiente en Lomas de Angelópolis duró lo que un viaje de Cascatta a Sonata cuando no hay tráfico. Se dice que la ruta Movilomas, fue cancelada después de casi cuatro meses en fase piloto y con un costo por viaje de 20 pesos ya que se volvió insostenible por los pocos usuarios y muchas quejas. Trabajadores que requerían dos viajes diarios consideraron que la tarifa “regulada” resultó más cara que el transporte irregular que se pretendía erradicar. Ya se analizan dos nuevas opciones.
Que al final no hubo ni volantazo ni rebelión en el reparto del poder panista en el Congreso local; Marcos Castro seguirá como coordinador de ese grupo parlamentario. La decisión fue planchada en una reunión cerrada en la CdMx donde el dirigente nacional Jorge Romero por trámite le informó al líder estatal Mario Riestra, que la cosa sigue igual. Dicen que con todo y rumores de ruptura, decidieron aplicar el clásico “más vale malo conocido…” y se optó por la continuidad. Y es que los acuerdos se toman entre pocos y los que no caben en la foto, ni reciben invitación.