Que tremendo caos se vivió ayer al sur de la ciudad, donde una pipa de agua terminó volcada sobre los carriles del Periférico Ecológico luego de que el conductor perdiera el control de la pesada unidad. Lo anterior solo hace evidente que muchas de estas pipas no solo son modelos viejos que apenas se sostienen, además circulan con graves deficiencias mecánicas y para colmo, a exceso de velocidad, convirtiéndose en verdaderas bombas de tiempo.
Que vecinos de las juntas auxiliares Romero Vargas, Sanctorum y La Trinidad Chautenco alzaron la voz para denunciar el desbordamiento de aguas negras. Se sabe que antes de que creciera la mancha urbana, sus terrenos eran de cultivo y contaban con canales de riego conectados al río Atoyac, que hoy no es más que una cloaca a cielo abierto. Con el paso de los años, el crecimiento desordenado trajo viviendas donde antes había milpas y ahora cada que las fuertes lluvias inundan, las casas terminan anegadas, pestilentes y con riesgos sanitarios.
Que en San Matías Tlalancaleca, municipio ubicado en una de las zonas más sensibles por el robo de hidrocarburos, se llevó a cabo un operativo coordinado entre autoridades estatales y federales que terminó con el aseguramiento de 17 mil litros de gas LP y la detención de un hombre de 43 años, quien estaría vinculado al transporte ilegal del combustible, mismo que trasladaba en una pipa que ya fue puesta a disposición de las autoridades.
Que la mujer privada de la libertad en la colonia Granjas de San Isidro fue localizada sana y salva, aunque la forma en la que ocurrieron los hechos dejó más dudas que certezas. Según los reportes, los agresores la retuvieron durante varias horas para obligarla a proporcionar las llaves y la combinación de la caja fuerte de una tienda de cosméticos ubicada en el Centro Histórico, donde trabaja.
Que tras obtener el dinero, los responsables huyeron dejando atados, pero sin lesiones de gravedad, tanto a la empleada como al vigilante del negocio. Entre las autoridades hay inquietud porque todo apunta a que los delincuentes tenían información precisa sobre quién era la empleada, dónde vivía y qué resguardaba. La investigación apenas comienza, pero no se descarta que el golpe haya contado con ayuda interna.