QUE a ocho meses de iniciada, la operación para capturar al líder del cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez, El Marro, se quedó sin gas y los gobiernos federal y de Guanajuato le perdieron la pista, luego de que al parecer estuvieron cerca, muy cerca, de capturarlo en febrero.
Peor aún: en áreas de inteligencia federales y estatales han comenzado a llegar cada vez más indicios de que el cártel empezó a recomponerse y disputa otra vez el control de plazas clave, como Celaya.
QUE llamó la atención la designación de un inexperto para dirigir uno de los consulados más importantes, estratégicos y difíciles que tiene México en EU, el de Tucson, localizado justo en el centro de la principal ruta clandestina de tránsito de migrantes.
En sustitución del experimentado Ricardo Pineda se designó a Guillermo Rivera, un político morenista de Sonora con nula experiencia internacional y en asuntos de protección consular, y cuyo palmarés consiste en haber coordinado la campaña de AMLO en el norte de Sonora.
No es fácil el paquete para Rivera Santos, pues no solo tendrá que mantener relaciones funcionales con los antimexicanos departamentos de policía de varios condados, sino lidiar con las muertes de paisanos en el desierto del Sásabe y mantener la paz con los rancheros racistas de la zona. Good luck, Mr. Rivera!
QUE esta semana se espera que empiece la pasarela de los principales ex funcionarios de la PGR en el sexenio pasado, para que declaren en torno al caso de los 43 de Ayotzinapa.
Se prevé que Jesús Murillo Karam, ex titular de la dependencia, y Tomás Zerón, ex director de la Agencia de Investigación Criminal, sean los primeros en acudir a la actual FGR.
