Que quien se quedó con las ganas de sumarse a la aventura de Marcelo Ebrard como aspirante a la Presidencia de la República fue Roberto Velasco, actual jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, pues su cercanía con el ex canciller desde el periodo de transición hacía más que obvio ese movimiento. De hecho, el funcionario tenía las maletas listas para recorrer el país con su ex jefe; sin embargo, la indicación fue que se frenara la desbandada en esa dependencia luego de la renuncia de varios colaboradores de alto nivel.
Que a la contienda por la candidatura presidencial debe sumarse ahora la de quienes aspiran a gobernar los estados, donde ya comenzaron a moverse para salir en la foto. En este supuesto están legisladores como Mónica Fernández Balboa, que quiere ser la abanderada de Morena en Tabasco y ya anunció que pedirá licencia en septiembre en su intento de ser la carta fuerte del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ante tal escenario, no será raro ver en las próximas semanas una cascada de renuncias en el Congreso e incluso en la administración pública federal.
Que la canciller Alicia Bárcena Ibarra arrancó su encargo con las manos en varias pistas, pues no solo anunció la apertura de la embajada en Kazajistán, sino que anda por Bruselas gestionando recursos para financiar las obras emblemáticas de la 4T y fue allí precisamente donde pactó con su homólogo colombiano, Álvaro Leyva Durán, una visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Gustavo Petro, encuentro que ya fue confirmado en Bogotá y que está programado para el 8 y 9 de septiembre.
Que la administración de la Central de Abasto de Ciudad de México insistió en su petición al gobierno federal para que envíe elementos de la Guardia Nacional con el objetivo de reforzar la seguridad en el mercado más grande de América Latina. Se trata de una cuestión que se ha retrasado más de medio año, así que el tema se centra ya en el terreno en el que se alojará a los uniformados federales.
