Que si alguien maneja con rigor su cuenta de Twitter es Cuauhtémoc Cárdenas, cuyos últimos mensajes para sus 187 mil 41 seguidores habían sido una invitación a la presentación de su libro Por una democracia progresista, el deslinde del “auspicio moral” a un nuevo partido, una felicitación a Lula da Silva por su victoria en Brasil y condolencias por la muerte de Miguel Concha. Sin embargo, ayer debió salir por esa vía a pintar su raya con Punto de Partida, después de que el Presidente y sus repetidoras lo declararon “adversario”.
Que satisfechos quedaron los legisladores de Morena en el Senado luego de la pasarela de corcholatas presidenciables, aunque no tuvieron oportunidad de hacer preguntas por otros compromisos de los invitados, quienes por cierto estuvieron de acuerdo todos en el método de encuesta para elegir candidato 2024, salvo Ricardo Monreal, quien parece haber cedido a la consulta, sí, pero demanda que haya ejercicios espejo. Después de los trabajos, la agenda quedó definida con temas como cannabis, salud, agua, apoyo al campo y nombramientos pendientes.
Que casualmente o no, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, canceló de última hora su asistencia a la pasarela de corcholatas con el PVEM en San Lázaro, justo un día después de que 17 de los 41 diputados de ese partido manifestaron su respaldo a Marcelo Ebrard. Quien sí estuvo fue Ricardo Monreal, que entre broma y en serio reclamó con un “¿y yo qué?”, confiando en contar al menos con el respaldo de su compadre Manuel Velasco.
Que entre los senadores del PRI encabezados por Miguel Ángel Osorio Chong no cayó nada bien lo que llamaron “madruguete” y “acción porril” del dirigente nacional de su partido, Alejandro Moreno Cárdenas, cuya irrupción acabó reventando la plenaria. Sin embargo, el grupo parlamentario tricolor en la Cámara de Diputados cerró filas con el campechano y en voz de Rubén Moreira hizo un llamado “a la unidad y a la no confrontación para trabajar por un México mejor”. El priismo en su jugo.