Que por fin la presidenta del Senado, Olga Sánchez Cordero, se subió al pleito entre morenistas en esa cámara y respaldó a Ricardo Monreal Ávila, quien “es un gran operador político que ha construido en tres años una gran confianza no solo al interior del grupo parlamentario de Morena, sino también con las diversas fuerzas políticas y eso es muy valioso”, después de una semana de jaloneos derivados del encarcelamiento de José Manuel del Río Virgen, colaborador del zacatecano, en Veracruz.
Que por cierto, John Ackerman, del comité organizador de la Convención Nacional de Morena fechada para el 5 de febrero en el Monumento a la Revolución, hace saber que los más de 3 mil convocantes provienen de una amplia diversidad de expresiones del partido y de la ciudadanía, todas coincidentes en la urgente necesidad de rescatar al partido precisamente de las manos de figuras como Ricardo Monreal y su suplente, Alejandro Rojas Díaz Durán, “quienes han militado sistemáticamente contra la democratización, el respeto a los documentos básicos y el poder de las bases”.
Que la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez, primero le echó la bolita de la violencia en el puerto “a la calor” y al exceso de carbohidratos, pero al verse sometida a escarnio en los medios y vapuleada en las redes sociales, ahora descargó la responsabilidad en “un artículo de la BBC”, que, por cierto, debiera recomendar al actor y político efímero Alfredo Adame, quien ayer fue pillado en video peleando a golpes con una mujer y un hombre por un aparente incidente vial.
Que el grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados inaugurará la noche de este miércoles su reunión plenaria en la sede nacional del blanquiazul, después de que el semáforo epidemiológico rojo en Aguascalientes frustró su cónclave en esa entidad e impidió al dirigente panista, Marko Cortés, y a su coordinador en el Palacio de San Lázaro, Jorge Romero, mostrar músculo y cerrar filas con María Teresa Jiménez, su abanderada al gobierno estatal.