Que Claudia Sheinbaum fue enfática en que si por ella fuera nada tendría con Ricardo Mejía Berdeja, el ex candidato a gobernador, de Coahuila, pero que eso lo debe resolver el partido. Es decir, más claro ni el agua. No le es simpático. A Mejía Berdeja se le vio sostener reuniones con Jeancarlo Lozano, comisionado de Claudia en Coahuila, además de Antonio Flores, diputado local electo por el Partido del Trabajo. El tema es que en política se debe aprender a sentarse en la misma mesa con Judas, porque en la guerra electoral todo se vale. Lo insoportable es la derrota.
Que Incluso Antonio Flores compartió una imagen del encuentro. Por cierto, el acto político de Claudia en Matamoros simuló una pasarela o competencia entre quienes portaban playeras con un logo de Torreón y el apellido Morán, además de otros que también llevaron pancartas alusivas al Partido del Trabajo y el Tigre. Cinthia Cuevas, la morenista de cepa, también mostró su músculo y su foto con la aspirante presidencial.
El legislador Shamir Fernández fue el menos presente entre la multitud, en Matamoros pero fue el que acompañó en el vuelo rumbo a Torreón tanto a Claudia como a Mario Delgado, así que usted saque sus conclusiones. No tuvo necesidad de playeras o pancartas.
Que quien anduvo muy cercano también a Claudia fue el torreonense Miguel Batarse, de quien ya empezaron a aparecer espectaculares en la ciudad. Por cierto, a este personaje se le ubica como posible contendiente a la candidatura por la alcaldía, ya que su líder se bajó de la lucha, ahora desea ser senador.
Que otros que ya empezaron a promover su imagen en espectaculares son Lenin Pérez, quien hace tres años intentó ser diputado federal por el PT y ahora no se extraña que lo intente de nuevo en coalición con Morena. Con tanto movimiento no se descarta que los seguidores de Amlo se confundan y no sepan de los aspirantes quién con qué partido, coalición, frente o asidera política. Total, hoy enemigos, mañana muy amigos.
templete@milenio.com
