Que en la revoltura al interior de San Lázaro, todavía con varios temas en la agenda, los diputados federales tamaulipecos aguardan por la repartición de las comisiones y, ahora sí, tener excusa para trabajar en una encomienda en específico. Por ahora, nadie apareció en Justicia, la única conformada en el Congreso de la Unión hasta la fecha.
Que las apuestas se inclinan hacia Jesús Eduardo Govea Orozco como agraciado en la elección del nuevo fiscal anticorrupción, donde los morenistas no veían la hora de deshacerse de Raúl Ramírez Castañeda. Otro queriendo ser es su tocayo Raúl Hernández Chavarría pero se le ven menos posibilidades y más cercano Govea a los afectos de la 4T.
Que quien anda haciendo equipo con Maki Ortiz Domínguez del Partido Verde y no con su compañera de Morena Olga Sosa Ruiz, es José Ramón Gómez Leal. Juntos, los reynosenses presentaron una propuesta en el Senado para darles descuentos en los costos de titulación a los egresados universitarios. ¿Alianzas de cara al 2028?
Que poco a poco la aplanadora morenista y sus aliados en el Congreso del Estado echan abajo las reformas panistas, cuando estos últimos aún tenían la sartén por el mango pero ya sentían cerca el fuego. Ahora los municipios se quedan sin voto en las decisiones legislativas, ya no intervendrán como avales en la aprobación de reformas constitucionales.
Que el sistema político tamaulipeco le saca un buen susto al alcalde victorense Lalo Gattás con el amague de quitarlo de su puesto, al mencionar que no aceptó una lista de funcionarios propuesta desde Palacio de Gobierno. Esta novela, ya en el Parlamento estatal, promete más capítulos.
Que aunque los locatarios de los mercados de Tampico tienen varias propuestas, le dejarán a la alcaldesa Mónica Villarreal la decisión de nombrar al nuevo administrador, con la garantía de tener un perfil alejado de los conflictos del pasado, causados por ex regidores y funcionarios del pasado trienio. Ahora, queda “deshojar la margarita” en quién será el bueno.
