Que en la celebración por los siete años de la 4T, pasaron lista de presente ante Claudia Sheinbaum, el gobernador Américo Villarreal Anaya, su esposa María Santiago, los senadores Olga Sosa y José Ramón Gómez, la dirigente estatal de Morena, Lupita Gómez, el presidente del Consejo Rómulo Pérez, la diputada Lucero Deosdady, entre otros.
Que aunque ya desapareció, eso no significa que el otrora Instituto de Transparencia y Acceso a la Información de Tamaulipas (Itait) se salve de aclarar manejos financieros; la ex dependencia que estuvo a cargo de Dulce Rocha Sobrevilla, está en la mira de la Auditoría Superior del Estado, que tiene entre sus pendientes, revisar su última cuenta pública, advirtió Francisco Noriega Orozco.
Que los diputados federales de Tamaulipas que votaron a favor de la nueva Ley de Aguas fueron los morenistas Blanca Narro y Claudia Hernández; los verdes Pepe Braña, Casandra de los Santos, Carlos Canturosas y Mario López, mientras Adrián Oseguera y Olga Juliana Elizondo, de la bancada guinda y del PT, respectivamente, estuvieron ausentes.
Que más allá de posibles nuevas protestas y afectaciones a la circulación, valdría la pena que los reclamos de productores agrícolas afectados los dirigieran a ellos, que finalmente son sus representantes populares y debieron escuchar sus inquietudes, antes de emitir su voto. Y como era de esperarse, la bancada panista votó en contra, pero faltó César Rendón.
Que mientras Roberto Lee, dirigente de Movimiento Ciudadano en Tamaulipas, rendía cuentas en el Consejo Nacional de su partido, en el Congreso Local su bancada continúa sin ejercer un contrapeso real. Lejos de capitalizar el debilitamiento del PAN, MC desperdicia una oportunidad clara para ganar terreno en la simpatía ciudadana.
Que por su lado, Bruno Díaz, dirigente de lo que queda del PRI en la entidad, se fue a reportar con Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”. El destino del tricolor es muy incierto, porque con el tema de la reforma electoral que se empuja, no podría el joven tricolor hacerse de la curul plurinominal que suelen agenciarse quienes están al frente del comité directivo estatal.