Que en el Estado de México la comisionada del Infoem, Guadalupe Ramírez Peña, ha levantado más de una ceja sobretodo en Morena pues hay quienes afirman que presuntamente ha llamado “ignorantes, nefastos” a quienes participan e impulsan los foros para la reforma judicial.
¿Sabrá la integrante del instituto que, tanto la presidenta electa como la gobernadora de la entidad, así como el secretario general de gobierno apoyan abiertamente dicha reforma y que junto a otros destacados personajes participaron en el Foro en Toluca la semana pasada?
Que hay quienes en su desatado protagonismo siempre encuentran modo de empañar las cosas buenas. Como ejemplo, luego de que la Codhem promoviera y lograra libertad mediante amnistía para una mujer maltratada y acusada de un crimen que no cometió, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Myrna García Morón, posaba feliz para las fotos buscando aprovechar el reflector. No es la primera vez.
Lo peor es que con esto de alguna manera expone a las personas a una revictimización y les dificulta iniciar una nueva etapa. Más todavía, la sesión fotográfica esta vez incluyó a familiares menores de edad, quienes claramente fueron involucrados en delicada situación por las razones referidas, lo que tendría hasta implicaciones jurídicas. Pero el ego es el ego.
Que el calendario está claro y las y los diputados locales que ganaron la elección federal deberán dejar el cargo en la Legislatura en agosto para poder rendir protesta en la Cámara baja el primero de septiembre y así iniciar la etapa, desde sus respectivas trincheras, del famoso Plan C. Por lo pronto en la entidad toda la Legislatura anda en pausa, pero con salario incluido y algunos con triunfos en la bolsa que le garantizan continuidad y poder durante tres años más.
Por supuesto que otros están gravemente acongojados porque el futuro político se ve muy gris y ya andan ideando en qué entretenerse mientras pasa esta mala racha, sobre todo buscarán de dónde financiar el nivel de vida al cual probablemente ya se acostumbraron. Sic transit gloria mundi.
