Que debe tomarse en serio cada denuncia de agresión o petición de protección por parte de los candidatos (como teóricamente debería ser con cualquier ciudadano) pero hay casos en lo que más bien la queja parece ser por bullying político que por riesgos delictivos. El ex alcalde de Ecatepec, Fernando Vilchis Contreras, candidato morenista a diputado federal por el distrito 10, solicitó medidas de protección al INE ante lo que llamó “actos de provocación” que, asegura, se han presentado durante su campaña por parte de presuntos grupos de choque. Ojalá en toda la entidad se lleve la fiesta en paz.
Que quien también pide reflector es el coordinador parlamentario del PRI, Elías Rescala Jiménez. Guarda la esperanza de que en dos semanas salgan las convocatorias de su partido para la selección de candidatos a las alcaldías y diputaciones locales, “para que la militancia y aspirantes se apacigüen”. Tal vez se incluya en los inquietos, porque cruzando los dedos y encendiendo una veladora a Santa Ana, se dijo dispuesto a “sacrificarse” con una pluri. Magnánimo.
Que en más de la oportuna jugada política, ayer el décimo regidor de Toluca y aspirante morenista a la alcaldía, Mario Cardoso, presentó ante la Fiscalía mexiquense una denuncia penal en contra del tristemente célebre ex alcalde Raymundo “N”, quien sigue tras las rejas por retener a su suegro. Aprovechando las observaciones del OSFEM, el joven Cardoso lo señala por posible desvío de 237.5 millones pesos y desde su suite en Almoloya aquel deberá defenderse, aunque en realidad históricamente son pocos los casos donde se les haya fincado clara responsabilidad por estos temas. La cosa era hacer ruido rumbo a junio, y así fue.
Que como aquí se comentó, las autoridades estatales de Seguridad reaccionaron de su modorra con los alarmantes casos de comuneros contra talamontes en Ocuilan y Xonacatlán, principalmente, y con ayuda de los federales realizaron operativos en aserrados. Y sí, adivinó usted, no han detenido a nadie, aunque por lo pronto ya confiscaron algo de madera y maquinaria, mientras los grupos organizados dedicados a este delito se pasean felices por brechas y carreteras con camiones llenos.
