Que ante la dramática renuncia a la candidatura a una diputación plurinominal en San Lázaro de la ex candidata a la gubernatura mexiquense, Alejandra Del Moral, llamó de inmediato la atención del ex priista Eruviel Ávila Villegas, quien se convirtió en el operador político más importante del Partido Verde Ecologista en la entidad y ve en ella la posibilidad de aumentar los números de este instituto político. ¿Le hablará bonito?
Que el aspirante de Morena para Toluca, Ricardo Moreno, continúa realizando sus reuniones públicas, como buen político.
El tema es que en algunas le gusta meterse en terreno espinoso. Por ejemplo las frecuentes con el ex Secretario General de Gobierno y entrañable priista del Grupo Atlacomulco, José Manzur Quiroga, en un restaurante de Paseo Tollocan en Toluca.
En particular esto ha fomentado el descontento de la militancia de Morena. Al parecer la cuestionada compañía le resta puntos sustanciales a los ojos de la gobernadora Delfina Gómez.
Que otro de los aspirantes de Morena a la alcaldía de Toluca, Cirilo Facundo Hernández, realiza por debajo del agua una campaña de acercamiento en comunidades de alta marginación de la capital mexiquense, lo que le ha traído algunos dividendos políticos en la militancia de la 4T rumbo a la encuesta interna.
Sin embargo, a muchos se les olvida que el personaje cobró en su momento una cantidad cercana a los 22 millones de pesos, derivado de una demanda en contra del ayuntamiento por un laudo en una licitación de obra pública que presuntamente no se le pagó desde hace tres administraciones.
Lo curioso es que el adeudo originalmente era por aproximadamente 5 millones de pesos y, con una argucia legal, ahorcó al erario con 15 millones de pesos más. Con razón le alcanza para financiar, aunque mal, sus aspiraciones.