Que no es momento para mezquindades y hay que convocar a todos los mexiquenses a solidarizarse con los hermanos de Guerrero, y venga de donde venga, la invitación es loable. Sin embargo, muchos han visto con recelo que algunos políticos quieran protagonismo y coloquen muy destacadamente su nombre, colores y logotipos partidistas en la petición de artículos para enviar a los damnificados del huracán. En los tiempos ya francamente electorales que se viven en la entidad, no habría que hacer cosas buenas que parezcan malas ¿no cree?
Que en este mundo globalizado nada ocurre sin que haya impensadas repercusiones económicas. El conflicto entre Israel y Palestina puede dejar secuelas en el Estado de México, pues actualmente están instaladas más de 200 empresas de origen israelí en esta entidad y Ciudad de México. Los analistas observan una potencial baja en la demanda de ciertos productos, principalmente de los sectores farmacéutico, automotriz, mecánico, plásticos, así como procesadores para equipo médico y de circuitos electrónicos. Y ya de por sí el conflicto Rusia-Ucrania había dado coletazos en tierras mexiquenses.
Que hablando de conflictos territoriales, guardando las proporciones, no se necesita ir muy lejos para percibirlos. Ayer la presidenta municipal de Temoaya, Nelly Rivera Sánchez, consideró que no hay condiciones para resolver amistosamente el conflicto de límites que tienen con Toluca, un diferendo por 300 hectáreas. Ella argumenta que “los antecedentes históricos, legales, culturales y electorales” dan cuenta del arraigo indígena de San José Buenavista el Chico con Temoaya. A ver si priva la prudencia y la concordia, pues ahí están como antecedente reciente los problemas entre Ecatepec y Acolman, y los de Tecámac con Tonanitla.
Que la cuestionada Unión de Sindicatos y Organizaciones Nacionales de la República Mexicana anunció una movilización a Toluca para el lunes, a fin de presionar al gobierno estatal para que combata presuntos actos de extorsión. La USON parece olvidar que les han sido atribuidos numerosos hechos reprobables en su zona de influencia y que por esa razón están bajo la lupa de las autoridades de justicia. ¿O será esa la auténtica motivación?
