Que la entrega-recepción de la administración estatal, procedimiento natural cada cambio de sexenio, por obvias razones obliga a los titulares salientes a entregar información clara, cierta y precisa del estado que guardan sus áreas. La novedad es que ayer se ajustó el reglamento para que también entreguen, como primer elemento, su renuncia por escrito.
Tampoco sorprende en los rituales políticos que este documento se entregue y se ponga a consideración del nuevo jefe o jefa si la acepta o no. Sin embargo, ahora ya no es cuestión de voluntad individual, sino reglamentaria. Así estará más que planchada la llegada de Delfina Gómez Álvarez, dejándole franco el paso para nombrar ¡a 2 mil 200 nuevos titulares de unidades administrativas! cuya base, evidentemente, será la 4T.Que en este contexto sorprendió que en la Secretaría de Cultura y Turismo se nombrara a una nueva Subsecretaria de Turismo que prácticamente estará dos meses en el cargo. Se trata de Alejandra Guerra, ex secretaria particular de Marcela González. Sin menoscabo de su capacidad y preparación, pareció solo un detalle amable darle este brillante renglón en su currículum, a pesar de que apenas le dará tiempo de llegar a bajar la cortina y apagar la luz. Cosas de la política.
Que en las redes sociales hay testimonio de que sus cercanos estuvieron presentes en destacado lugar, por lo que algunos apuntan a que las recientes manifestaciones magisteriales fueron incentivadas principalmente por el diputado y ex dirigente Abraham Saroné, a pesar de que a esas alturas los pagos a los maestros se habían acordado según lo establecido. Todo indica que fue un intento para “mostrar músculo” como quien tiene el control del magisterio y así apuntarse en la fila como prospecto a la Secretaría de Educación.
Sin embargo las cosas salieron muy mal, pues esas movilizaciones dejaron daños económicos y hasta una tragedia colateral, resultado de los cierres carreteros. Se dice que esta información ya la tiene la futura mandataria y que no le pone nada contenta tener en conflicto el gremio al que ella pertenece, cuando además ha dejado claro que el signo de su gobierno será la paz social. ¿Habrá jalón de orejas?