Que quien se encuentra muy activo es el Fiscal General de Justicia mexiquense, José Luis Cervantes Martínez, ya que ayer se reunió con la con la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de la 4T, Rosa Icela Rodríguez y acordaron blindar la seguridad en las zonas con mayor índice delictivo en el Estado de México; ya por la noche, se dio tiempo para tomar protesta a su nuevo equipo de trabajo en el que destaca el cambio de áreas estratégicas, como la Coordinación Servicios Periciales y las direcciones de administración y comunicación social.
Que hablando de seguridad, alrededor de 100 días tardó el gobierno municipal de Cuautitlán Izcalli que preside Karla Fiesco para ser denominado el cuarto municipio más inseguro del país. Así el tan cacareado cambio en la forma de gobernar ha quedado rebasado y obsoleto en tan poco tiempo, la alcaldesa tendrá que ajustar a su pull de asesores o seguirá siendo el claro ejemplo de lo que no se debe hacer, mientras los habitantes sufren a diario la inseguridad y ven perdido su patrimonio por un gobierno inmaduro.
Que ayer el Secretario General de Gobierno, Ernesto Nemer Álvarez, reconoció la entrega y compromiso de los mil 360 integrantes de la sociedad civil que protestaron como delegados, subdelegados y COPACI, pues asumieron una responsabilidad moral y social que implica dar una parte de su tiempo al servicio de los demás.
Que al interior del Partido Verde Ecologista en la entidad se encuentran desconcertados por la falta de actividad política de su dirigente, José Couttolenc; dicen que no ha puesto un pie en sus oficinas en los últimos días y aseguran que solo ven al junior verde en espectaculares pagados en diferentes puntos de la entidad, mismos que, con mucho colmillo, retoma supuestas publicaciones en medios para posicionarse en el electorado sin “infringir” la ley electoral; sueña todas las noches en figurar aunque sea de comparsa en la carrera gubernamental.
Que cada día se hace más evidente la severa crisis por la que atraviesa el ayuntamiento de Toluca, producto de la mala administración anterior, al grado de que hasta los propios caballos utilizados por la Policía Montada se encuentran en grave deterioro de salud, lo que pone en riesgo inclusive su vida; las autoridades analizan caso por caso, sin embargo, algunos de estos animales están en riesgo.