Que más de uno de los 23 presidentes municipales del PRI en el estado pasaron un fin de semana de nervios luego de haber entregado sus respectivos informes anuales al gobernador Omar Fayad, junto con la dirigencia tricolor. Y es que hubo muchos que todo el año se la pasaron en la fiesta y el carnaval o de plano no hicieron lo que prometieron por lo que están a la espera de la llamada para el respectivo jalón de orejas pues en sus documentos dicen una cosa y la realidad es otra; ejemplos como Acaxochitlán y Santiago de Anaya son muestra de que habrá alternancia política el siguiente año.
Que hablando de política y partidos a los que también ya les va a llegar la última gran regañada es a los diputados locales del Grupo Universidad que hoy ocupan espacios de Morena, pues ya son varios coordinadores, representantes y hasta funcionarios del gobierno federal quienes van a la dirigencia nacional de Morena a reportar a los sosistas. A esto se suma lo dicho este fin de semana por el propio presidente del Consejo Estatal del partido, Andrés Caballero Zerón, de que no se trata de estar con la Sosa Nostra o con gobierno del estado, sino con el ideal del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Que los que andan bajoneados son los taxistas de Pachuca y la zona metropolitana pues cada año esperaban con ansia la llegada de la Feria San Francisco para cobrar a sus anchas la tarifa nocturna y dejar en 100 y 150 pesos la vuelta a casa, y ni que decir a otros municipios. Y es que con la puesta en marcha del Tuzobúho, los conductores solo se quedan mirando cómo se les va toda la clientela que antes hasta despreciaban cuando ya no querían viajar tan lejos de madrugada.
Que la visita del diputado federal del PT, Gerardo Fernández Noroña a Tepeji del Río fue un caos en la organización, ya que líderes de la comunidad de San Ildefonso, que se dicen indígenas y que buscan la protección de las tradiciones y la lengua materna, simplemente evitaron el ingreso de medios locales y de cualquier persona que quisiera grabar o entrevistar al político; en cambio, en Actopan, todo fue miel sobre hojuelas que hasta a las tradicionales gorditas se llevaron a comer a Fernández Noroña.