Que ahora hasta la mafia, según la senadora Carolina Viggiano, ofrece gubernaturas como si fueran gelatinas pues contó otra vez sin ser más clara como cuando dijo tener pruebas de la Estafa Siniestra que Morena la tentó dos veces: primero un “mafioso” y luego un amigo morenista que, asegura, sigue siendo su cuate. Viggiano jura que no aceptó porque no comulga con la destrucción de instituciones.
Que en Hidalgo las obras públicas tienen una puntería admirable: la mitad sale chueca. Según el contralor Álvaro Bardales, más del 50 por ciento llegó con “detallitos”. Ya sabe: grosor del pavimento que no cuadra, acabados que dan pena o metas que quedaron cortas. cosas menores. Pero no hay de qué alarmarse, dice, porque el 95 por ciento de esas chapuzas se arregla con magia administrativa: si falta pavimento, se alarga la obra.
