Que ayer la secretaria de Medio Ambiente Alicia Bárcena fue muy clara al señalar que de construirse el Parque de Economía Circular en Hidalgo no se traerá basura de ningún otro estado. Ni una bolsita ajena. Hidalgo ya tiene suficientes recuerdos propios como para adoptar los de otros. Y por si a alguien le preocupa que tanto reciclaje vaya a generar más contaminación, la funcionaria recordó que en el predio habrá un hospital del IMSS. O sea, que aunque quisieran, no podrían ponerse creativos con el humo.
Que no se trata solo de un parque pues las acciones van más allá pues el proyecto es parte de un todo en una estrategia integral. El todo, incluye limpiar la presa Endhó, revivir el río Tula y convertir la termoeléctrica del combustóleo al gas natural, lo cual suena a pedirle a un dinosaurio que se vuelva vegano. La promesa ahí está: el primer Parque de Economía Circular para el Bienestar del país, será incitan un lugar limpio, ordenado, vigilado y pensado para beneficiar realmente a la población del estado de Hidalgo.
Que dicen que en política nadie se va, solo se cambia de perchero. Y parece que en Hidalgo el viejo ropero tricolor ya no combina con la decoración. Benjamín Rico, con la solemnidad de quien anuncia que deja el cigarro, otra vez, declaró que el estado cambió, Pachuca cambió, pero el PRI no cambió y se fue. No es la primera vez que alguien descubre lo evidente, Rico aseguró que ya no piensa vivir de “las glorias del pasado”, frase curiosa para un instituto que lleva años buscando el retrovisor como si ahí viniera el futuro.
Que con 27 votos a favor ayer fueron nombrados dos nuevos magistrados para el Tribunal de Justicia Administrativa, esta vez los elegidos fueron Miriam Torres Monroy, quien venía del Registro Familiar, y José Antonio Ruiz Lucio, ex director de la Defensoría Pública. Ambos llegan a ocupar las sillas que dejaron Ana Gabriela Ortiz Pacheco y José Ramón Amieva, quien ya voló más alto hacia la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Administrativa. Ascensos, relevos y movilidad interna: la burocracia también tiene su propio campeonato de ligas.