Que la mañana de este jueves está previsto que el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, aparezca en la mañanera con la presidenta Claudia Sheinbaum; la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, y el gobernador de Nuevo León, Samuel García. Lo que se espera es que desde la Presidencia se informe cuántos recursos le tocarán a cada estado para ejecutar proyectos relacionados con el Mundial. Hasta ahora no hay certeza de cuántos recursos aportará la Federación, pero se sabe que Nuevo León los quiere para nuevas unidades de transporte público, la Ciudad de México para los entornos del Estadio Azteca y Jalisco para la Línea 5 del transporte masivo por carretera a Chapala. Dependiendo del monto del apoyo veremos para cuánto alcanza.
Que la comparecencia de la titular de la Secretaría de Turismo estatal, Michelle Fridman, ante el Congreso de Jalisco tenía el propósito formal de la glosa: un ejercicio de rendición de cuentas para escrutar a fondo el manejo de la dependencia, sus estrategias, el impacto de sus decisiones y la forma en que enfrenta los retos estructurales de un sector tan vital para el estado. Sin embargo, en un giro que revela la deformada brújula de nuestros legisladores, encabezados por Alejandro Puerto, la sesión no se juzgó por la calidad de las respuestas o la solidez de los datos presentados, sino que desplegaron pancartas propalestinas. Sacaron su activismo global esfumándose cualquier atisbo de fiscalización real.
Que la desaparición de dos elementos de la Secretaría de Seguridad en plena misión oficial confirmó la cruda realidad del territorio en disputa. Estos policías, dedicados precisamente a labores de inteligencia para desarticular células criminales. El hecho de que quienes portan la credencial y el respaldo del Estado puedan ser borrados así, sin dejar rastro, habla del súper poder de grupos delictivos que operan con una impunidad que desafía cualquier narrativa oficial.