Que Morena impugnó ayer los lineamientos de paridad en Jalisco —emitidos por el IEPC—. No piense que es machismo ni intereses particulares lo que mueve al grupo de Carlos Lomelí, ¡no! –el operador que migró del PRD a MC y luego a Morena como camisa de fuerza– Solamente clama “autonomía partidista” al sentir que pierde el mando sobre Zapopan, pues con las modificaciones ya no encaja su aspirante masculino. Vamos a ver qué dicen compañeras suyas como la diputada Candelaria Ochoa, feminista y activista, quien desde hace más de 10 años mantiene una fuerte lucha por la equidad. Ironías de la vida política: el principal enemigo dormía en casa. La impugnación salió de esas entrañas a la autoridad responsable que es el IEPC y a más tardar el viernes llegará al Tribunal Electoral de Jalisco. No cabe duda, el peor enemigo de un morenista es otro morenista.
Que la impugnación no acaba en la reserva de los ocho municipios exclusivos para mujeres, sino que de paso busca llevarse de corbata la postulación de indígenas, personas de la diversidad y con discapacidad. Así es como a todos los grupos históricamente discriminados quieren volverles a negar el derecho como todas las demás personas, a participar de forma efectiva como candidatos y candidatas. El nuevo Tribunal Electoral de Jalisco tendrá su primera gran discusión.
Que el atraco perfecto estilo Casa de Papel que dejó en ridículo a las autoridades: 33 toneladas de oro y plata se esfumaron en Jalisco mientras la fiscalía local y federal jugaban al “yo no fui”. Lo único más audaz que el robo de 33 toneladas de metales preciosos en plena carretera de Jalisco es el espectáculo tragicómico de las autoridades: se pasaron la culpa como papa caliente mientras el botín —equivalente al peso de cuatro elefantes africanos— se evaporaba sin dejar rastro. El comando operó con precisión de serie de Netflix: interceptó el tractocamión en la carretera Durango-Manzanillo (zona de alto riesgo con 60 asaltos diarios), sometió a guardias sin violencia y desapareció en 90 minutos con un cargamento valuado en millones de dólares. Pero el verdadero guion de ficción lo escribieron las instituciones.