Más que claro queda que el interlocutor pleno del gobierno federal con Jalisco es Adán Augusto López, secretario de Gobernación. Ayer el titular de la Segob recibió temprano al gobernador Enrique Alfaro para tocar temas sobre la entidad. López, escribió el gobernador en redes sociales, “ha sido un invaluable apoyo para que la agenda de trabajo entre el gobierno federal y el estado avance y vaya dando resultados”. No hubo detalles sobre el encuentro, pero desde aquí apostamos doble contra sencillo a que buena parte de la reunión sirvió para tocar el tema del casi seguro retorno al diálogo entre la administración alfarista y la Universidad de Guadalajara.
Por cierto: tras las buenas intenciones mostradas en las cartas del gobernador de Jalisco y el rector general de la UdeG, se vino ayer una pausa entre los actores, seguramente debido a que hay periodo vacacional. Si acaso, será la próxima cuando se retome el asunto entre las partes, y se bosqueje la ruta para las conversaciones a desarrollar. Quienes andan desatados (andamos, quimosabi), son los analistas y columnistas.
Está de más decir que Talent Land es un éxito rotundo entre los jóvenes, que prácticamente abarrotan año con las instalaciones de Expo Guadalajara para participar en conferencias y talleres. Eso sí: tan es un éxito, que secretarías y funcionarios estatales aprovechan la oportunidad para darse a conocer y, de paso, dar a conocer algunas de las funciones de sus dependencias. Porque el escaparate es bueno, eso sí que nadie lo discute.
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) tiene puesta la mira en una presidencia municipal de Jalisco bajo la consigna de “poquitos ayuntamientos, pero con mucha proyección”. Y adivinó usted: nos referimos a Puerto Vallarta, demarcación que actualmente gobierna Morena con el profesor Luis Michel, pero a la que los verdes le traen ganas, y esperan desplazar a los morenistas con la candidatura de Luis Munguía, quien ya en la pasada elección mostró que tiene fuerza en el puerto. Falta que dentro del partido verde se logre un acuerdo definitivo en torno a las candidaturas, pero de que quieren Puerto Vallarta, de eso no hay duda.
