Que quien acudió la semana pasada a la Auditoría Superior del Estado, fue el ex alcalde de Salamanca, Antonio Arredondo, pues anda más que preocupado por saber por dónde le va a llegar la bola de nieve que se le viene encima luego de que al practicar una revisión integral a su administración le encontraran observaciones por más de 180 millones de pesos.
Nos cuentan que el principal pecado de la administración del salmantino es el desvío de recursos, y por lo pronto las primeras acciones legales en su contra vendrán por el lado de obra pública de mala calidad con un quebranto de 30 millones de pesos. El órgano fiscalizador va por la reintegración del daño pero no descartan denuncias de carácter penal.
Que el fin de semana que recién concluyó sonaron los tambores de guerra en el Partido Acción Nacional, a donde acudieron el dirigente nacional del partido, Marko Cortés, el dirigente local Román Cifuentes y el primer panista del estado, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, a la inauguración de la remodelación de la sede estatal del PAN en la ciudad de León.
Marko pidió a los panistas no confiarse y ponerse a trabajar para evitar se pierdan posiciones aunque el ánimo es que Guanajuato siga siendo el bastión de los albiazules, en tanto el gobernador del estado pidió no dedicar más tiempo al populismo, pues se puede transformar al país a partir de los buenos gobiernos de Acción Nacional.
Que en esa misma reunión trascendió que el mandatario estatal pidió al líder nacional de su partido no intervenir en los procesos internos del PAN, aunque poco se veía desde el CEN del partido intervenir en esto, pues evidentemente para las huestes de albiazul en Guanajuato las fórmulas están probadas.
Se sabe que en efecto la mayoría de las candidaturas serán por designación directa, como ya ocurrió en el 2018 y solo enfrentaron un par de derrotas por el apoyo de panistas molestos a candidaturas que no fueron cedidas como sucedió en el caso de Salamanca donde al final quien ganó fue una ex panista.
