Que en León de plano no hay interés por parte de los ciudadanos para ser policías, eso orilló a la Tesorería a reetiquetar 40 millones de pesos destinados para salarios y prestaciones de nuevos elementos. Otro problema, por cierto, es que los que inician el proceso no lo terminan, porque no cumplen con todos los requisitos, entre ellos, acreditar las pruebas de Control y Confianza.
Esta situación se presenta pese a que en la actual administración que encabeza la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos se ha apostado por aumentar el salario de los elementos, sus prestaciones, y hasta una formación escolar de mayor nivel, para que les sea atractivo y en caso de que los delincuentes intenten sobornarlos, no caigan.
Quien alertó desde agosto de 2024 sobre esta situación fue el entonces síndico por el PAN, José Arturo Sánchez Castellanos. En aquella ocasión advirtió que la administración que encabezaba Gutiérrez Campos (2021-2024), cerraría con un número menor de elementos y dijo que, de continuar esto, la ciudad tendrá problemas fuertes de seguridad. En aquel momento se informó que ya sumaban 870 policías dados de baja, hoy la cifra rebasa los mil. ¿Quién podrá ayudarnos?
Una buena: por primera vez desde la mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum al presentar el informe de seguridad ahora al cierre del mes de junio, Sinaloa desplazó a Guanajuato con el primer lugar nacional en homicidios dolosos. La diferencia fueron 36 homicidios menos, así lo informó Marcela Figueroa, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Por cierto, esta baja de los homicidios en Guanajuato ya se viene registrando en varias ocasiones, en lo que va de la administración de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo algo que no ocurría desde el 2016. Hoy se habla de coordinación entre los tres niveles de gobierno además de la nueva estrategia que se ejecuta desde el estado.
Un dato que reveló el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, es que en Guanajuato, el Cártel de Santa Rosa de Lima se disputa el control por el huachicol con el Cártel Jalisco Nueva Generación; los locales fueron pioneros, incluso su líder, José Antonio Yépez Ortiz sigue en prisión por secuestro, y no por el robo de combustible.