Que la declaración vertida por el gobernador Diego Sinhue respecto a pedir a los partidos fijarse de no postular a personas ligadas al crimen organizado a participar en el proceso electoral de este año dice mucho, pues revela que la autoridad tiene información sobre el tema y sería bueno que si hay sospechas se proceda antes de que se inscriban.
Y el tema es que no hay partido político que se salve, pues todos han cobijado a personas que si bien en muchos casos no se ha probado algo con certeza, sí aplica el dicho de que “si el río suena es que agua lleva”.
Que está el ejemplo del PRI que cobijó al alcalde de Villagrán, Juan Lara Mendoza, hermano de Mario Lara Mendoza, señalado de ser fundador del cártel Santa Rosa de Lima, hermano del tío de Noé Israel Lara, apodado ‘El Puma’ quien en una grabación difundida en redes aseguró traer cargando bidones de huachicol al ex alcalde por Morena de San José Iturbide, Genaro Martín Zúñiga.
Del primero se sabe que está en la lista de precandidatos a diputados locales por el distrito 13 de Cortazar, hecho que viene a ensuciar la alianza con el PAN a la gubernatura, y del segundo se sabe que Morena podría postularlo también para diputado local.
Que no podemos olvidar al ex alcalde Hugo Estefanía, perredista asesinado y ligado presuntamente a actividades delictivas con grupos que operaban en la zona caliente de Guanajuato, sin dejar de lado a otro señalado de actividades poco claras como es el recién cobijado por el PAN, Leonardo Solórzano, que va por la reelección en Pueblo Nuevo.
La alcaldesa de Moroleón de Movimiento Ciudadano, Alma Denisse Sánchez Barragán, llegó a la posición tras el asesinato de su madre, al tiempo surgió información de presuntos nexos de su familia con grupos del crimen organizado, ¿se acuerda el auto de alta gama que estacionó fuera de la presidencia?