¡Qué tal! ¡Qué tal! Mis queridos Wagnermaníacos, justo vengo escuchando un tema musical de los Bee Gees, de esa gran época musical de los años setentas, durante el camino de regreso de la CdMx a mi natal Torreón, Coahuila.
Les cuento que todos los años acostumbro celebrar el Año Nuevo con mis hijos y mis nietos, en la capital y la Navidad, con mi madre y mis hermanos.
Aprovechando el trayecto en la carretera me vino a la mente una crítica que me gustaría compartir con ustedes, ya que estaba leyendo que se está programando para el 90 aniversario del Consejo Mundial de Lucha Libre, la presencia del Hijo del Santo, de Atlantis, de Octagón, de Fuerza Guerrera.
Y ahora resulta que esas grandes estrellas de la lucha libre quieren exponer sus máscaras entre ellos y me pregunto, ¿por qué será? Será que tienen miedo a que otros luchadores más jóvenes les hagan daño, tienen miedo que les digan vendidos, como me ha sucedido a mí los últimos años.
Mi duda nace de las críticas que obtuve en el momento en el que decidí exponer mi máscara ante Psycho Clown, quien venía empujando fuerte. Sin embargo, yo ni vendí, ni me dejé ganar, ni tuve miedo de enfrentarme a un luchador más joven.
Así que con ello me atrevo a criticar a mis compañeros antes mencionados que se están dando el lujo y la ventaja de escoger a sus contrincantes.
Por experiencia les puedo contar que indiscutiblemente el perder la máscara representa un doble trabajo, porque hay que reponerse anímicamente, recuperar la confianza y reinventarse en el ring.
Pero así son las cosas, las grandes leyendas tienen miedo de enfrentarse a un rival que les haga ver su suerte, e inteligentemente prefieren seleccionar a sus rivales.
¿Será que no se sienten aptos? A diferencia de su servidor que siempre se ha sentido un rey, un rey de la lucha libre.
Bueno Wagnermaníacos, sigo disfrutando el trayecto a mi rancho.
Se los dejo de tarea y recuerden, que en mi casa y con mi gente, se me respeta. Bien, Bien, Bien.
Dr. Wagner Jr
Twitter: @WagnerJrOficial