“Tienes que olvidar tu último maratón antes de intentar otro. Tu mente no puede saber lo que se avecina”
Frank Shorter
Aunque los últimos años de mi vida como corredor los he dedicado al asfalto, tuve una temporada que preferí correr en terracerías y brechas en la montaña. Son dos mundos radicalmente distintos, ambos con peculiaridades que los hacen sumamente especiales y significativos. Me decanté por el asfalto buscando conquistar sueños de velocidad; sin embargo, la sensación de bienestar y el espacio de reflexión que el contacto con la naturaleza y el deporte de montaña generan, me resultan inolvidables y me invitan a experimentarlo de nuevo pronto.
Hace algunos días se llevó a cabo en Austria el Campeonato del Mundo de Montaña y Trail Running. En este evento se dan cita más de mil 600 atletas provenientes de más de 70 países. Cuatro diferentes pruebas integran el evento: una carrera vertical, con un recorrido de 7 kilómetros en la que los corredores deben vencer un ascenso acumulado de poco más de mil metros; la segunda prueba es un recorrido “corto” —más bien largo— de 45 kilómetros; la tercera es un recorrido largo de 85 kilómetros; por último, la cuarta prueba es el Mountain Classic, una prueba que consiste en dar 2 vueltas de 7.5 kilómetros a un circuito.
La prueba que a mi parecer resulta más atractiva es la vertical, por el gran reto que representa vencer tal pendiente. El triunfador de esta competencia fue el keniano Patrick Kipngeno. Los extraordinarios corredores africanos, que nos tienen acostumbrados a triunfar en asfalto y usualmente en maratones, medios maratones y carreras de menor distancia, se imponen con tenis de asfalto, en carreras de montaña.
Patrick logró ubicarse en el liderato desde el principio, lo que da una ventaja importante, dada la dificultad que rebasar en senderos con pendiente representa, y más en una ruta que incluye zonas con un 27% de inclinación. Paró el reloj en 40 minutos y 18 segundos, aventajando a su más cercano perseguidor por más de un minuto.
Si nunca has corrido en montaña, date una oportunidad, estoy seguro que complementará enormemente tu perfil como corredor y como persona.
Abastecimiento: Felicidades a todos los papás, especialmente a aquellos que correrán el domingo para festejar el privilegio de serlo.