Y sí, pese a quien le pese, el Instituto Estatal Electoral del Estado de Hidalgo, terminó acatando y cumpliendo la sentencia del Tribunal Electoral de nuestro estado donde se exigía modificar las cuotas de género.
Así que, para estas elecciones venideras las reglas les fueron cambiadas a los partidos políticos, ya que se incrementó en 35% la postulación exclusiva para mujeres en cargos de autoridad.
Lo anterior es en números totales es un salto de 20 a 27 municipios que serán gobernados por el sexo femenino, si consideramos que tenemos 84 en total, esto representa poco más del 32% de Hidalgo, cifra aún menor si pensamos en equidad 50/50.
La cosa no pará ahí lector mío, también se pidió que, de estos municipios dados, 10 deben ser de corte indígena, además de que aumentó al triple los ayuntamientos (de 4 a 12) donde la comunidad de diversidad sexual, léase LGBTIQ debe estar en planilla completa representada ,y en total vamos a tener 70 cabildos con al menos una persona con discapacidad, así como lo lee.
Desde tiempo atrás las leyes de paridad electoral han venido empujando esas cuotas de equidad para que con esa llamada “discriminación” positiva hacia los hombres, se logre tener un mínimo de personas de colectivos que han sido históricamente rezagados o marginados para ocupar cargos de poder
Estas acciones afirmativas no buscan más que con el tiempo se logre equilibrar la balanza para impedir que la discriminación se reproduzca en el futuro.
Lo anterior se lee bien y es incluyente para lograr igualdad, el riesgo por otro lado es que, si no se tiene el talento necesario para ocupar un cargo público, terminarán llegando mujeres sin la capacidad para gestionar lo que les sea dado, y seguro repercutirá en la calidad de gestión de los municipios que gobiernen, esto obliga por obviedad a que cada partido no se rasgue las vestiduras y por el contrario empiece de ya a preparar a sus cuadros de dirigentes, para que puedan llegar a estar a la altura requerida.