en su análisis “La inversión extranjera directa (IED) fluye en la época de covid-19”, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé que estos flujos caigan más del 30% en 2020, aún en un escenario optimista de medidas exitosas de salud pública y de apoyo económico por parte de los gobiernos para afrontar la pandemia y la recesión.
Incluso, proyectó una fuerte caída en la primera mitad de 2020, previendo que en los países en desarrollo disminuya aún más, debido a que los sectores que se han visto gravemente afectados por la pandemia, primordialmente primario y manufacturero, son a los que llega una mayor proporción de IED en comparación con las economías más desarrolladas.
Lo anterior, debido a que “muchos gobiernos tomaron medidas sanitarias estrictas para limitar la propagación de la pandemia, las cuales han causado graves trastornos económicos que afectan las decisiones de IED”, se lee en una publicación del Centro de Estudios de Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.
Agrega que la OCDE presentó escenarios de posible evolución de la IED. En el optimista, espera que las ganancias comiencen a aumentar en el segundo semestre de 2020 y vuelvan a los niveles anteriores a la crisis a fines de 2021, a medida que la economía se recupere.
En última instancia, se espera que los flujos de IED caigan entre 30% y 40% en 2020, antes de aumentar en una cantidad similar en 2021 para volver a los niveles anteriores a la crisis.
En un escenario pesimista, las ganancias continuarían deprimidas en la mayoría de los sectores. Los flujos de capital se reducirían significativamente ya que muchos de los acuerdos de fusiones y adquisiciones pendientes y los proyectos nuevos anunciados serían cancelados.
En general, los flujos de IED caerían más del 40% en 2020 y se mantendrían estables hasta finales de 2021, cuando la introducción de una vacuna podría permitir que comience la recuperación esperada. _
