La narración es elemento imprescindible en la obra periodística de Gay Talese (Nueva Jersey, Estados Unidos, 1932), autor clásico y emblemático del periodismo Internacional.
En cada pieza encontramos la tradición del nuevo periodismo, ese que se cuenta a detalle, el que expone la no ficción pero que toma licencia de la literatura para contar hechos verídicos.
Los valientes sastres de la mafia es un reportaje que escarba en la historia personal del periodista. Es un relato evocativo y generoso con el que recuerda el oficio de su abuelo y de su padre: la sastrería.
Este oficio ha de acompañar toda la trayectoria del periodista, pues son icónicos sus trajes hechos a la medida que forman parte de una colección privada al igual que las notas, recortes y archivos que son parte de la vida del reportero.
Para realizar la narración, el reportero Talese indaga en la historia de la sastrería en Italia, entrevista personas cercanas al maestro sastre Francesco Cristiani, fundador de la Casa Cristiani, con cuatro generaciones al servicio de la confección de ropa masculina.
Por supuesto, Gay Talese abreva de la historia a partir de la anécdota paterna en torno a ese día de la primavera de 1911, cuando por una distracción hace un corte a la altura de la rodilla de un pantalón recién terminado, encargo de uno de los clientes más exigentes del taller.
En el hilo cronológico detalla cada uno de los momentos, las decisiones que se habrían de tomar para complacer a uno de los uomini rispettati de la región. Se adentra a la personalidad del señor Cristiani y la generosidad que tuvo, como cabeza del negocio, en asumir la responsabilidad y buscar una solución para remendar el daño accidental causado por un aprendiz, precisamente el padre del periodista.
Como lectores vemos el correr de las manecillas del reloj y el inexorable acercamiento de la fecha de entrega, la passeggiata de la Pascua. Vemos el apremio de las decisiones y la audacia del maestro sastre.
Este relato nos acerca más a Gay Talese al igual que el titulado “Nueva York, ciudad de cosas inadvertidas”. Ambos reportajes se incluyen en el libro Retratos y encuentros, Alfaguara, 2012.