Los números varían un poco, pero algo así como siete de cada 10 estadunidenses que se identifican como republicanos creen que la elección que ganó Joe Biden fue producto de un fraude masivo y organizado de parte de los demócratas, por lo que Donald Trump debería de ser reelecto presidente.
Ayer, casi al mismo tiempo que la Suprema Corte de Justicia de aquel país rechazaba sin disensos uno de los más importantes y casi el último de los recursos legales de la campaña de Trump, abriendo paso a la ratificación de Biden en el colegio electoral, el magnate andaba en otra cosa.
En el evento para anunciar el plan de vacunación nacional, respondiendo a una pregunta de por qué no se había invitado a miembros del equipo de transición de Biden, a quien le tocará implementar el plan, Trump dijo:
“Bueno, tendremos que ver quién es la próxima administración, porque ganamos en esos estados clave y sucedieron cosas terribles. Así que tendremos que ver quién es la próxima administración. Pero cualquiera que sea la próxima administración se beneficiará realmente de lo que hemos podido hacer con esta ciencia increíble, los médicos, todas las personas que surgieron, los técnicos de laboratorio. El trabajo que se ha hecho es increíble, y será increíble para la próxima administración. Y es de esperar que la próxima administración sea la de Trump, porque no se pueden robar cientos de miles de votos. No puedes tener fraude y engaño y todas las cosas que hicieron y luego ganar un estado clave. Y solo tienes que mirar los números. Mire lo que ha estado grabado. Mira toda la corrupción. Y ya veremos. No se puede ganar una elección como esa”.
En estos días Trump firmó un decreto —ya veremos si es legal— para que las vacunas sean distribuidas y aplicadas primero a los “americanos”, dando un último mensaje al mundo.
Cuatro años, por suerte solo cuatro, han sido suficientes para que el legado trumpiano sea el de la polarización, el odio, la abundancia de teorías de conspiración disparatadas y, ahora, el intento de deslegitimación de su sucesor. Ese daño está hecho.
Ya veremos cuánto tarda la reconstrucción de lo afectado.
@puigcarlos
