Rescato lo que en estas páginas escribió hace un mes Reyes Rodríguez Mondragón, magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en estas páginas. Lo rescato porque nada ha cambiado.
“El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación acumula dos vacantes en su Sala Superior y seis en sus salas regionales (una por sala). Más aún, están pendientes los nombramientos de 36 de las 107 magistraturas electorales locales de todo el país. Es decir, el Senado de la República suma 44 vacancias de magistrados y magistradas electorales que serán cruciales para la función arbitral de los comicios del próximo 2 de junio… los tribunales electorales de Jalisco, Nayarit, Querétaro y Tabasco, que cuentan con solo una de tres magistraturas nombradas por el Senado. Además, en los próximos meses estarán bajo condiciones similares los tribunales electorales de Aguascalientes, Guanajuato y Ciudad de México”.
Los caminos legales posibles ante tal omisión del Senado están explicados en el texto del magistrado y con más amplitud en el de Pedro Salazar aquí: https://shorturl.at/gGINY.
He escrito aquí del problema del larguísimo adiós de este gobierno. Uno que tiene a buena parte del gabinete y aún a una mayor cantidad de legisladores ya en otras cosas, viendo su futuro político y su acomodo para los próximos años.
Uno que además, por su rechazo a instituciones que no controla, ha querido afectar omitiendo nombramientos que tocarían, algunos como propuesta, al Ejecutivo, otros al Legislativo en manos de Morena. En este caso, hay una posible salida legal, pero por mucho no es la que conviene.
Como dice Pedro Salazar: “Las instituciones tienen finalidades y funciones específicas. Carecen de sentido y de valor en sí mismas. Sostener lo contrario equivale a incurrir en una suerte de fetichismo institucional. Cuando una institución claudica, sus facultades son ejercidas por otra. Eso es lo que le está sucediendo al Senado de la República en este caso. Tres magistraturas electorales decidirán lo que noventa y seis senadurías no pudieron. Ojalá lo hagan pronto. Por el bien de México”.
Un lío más por el largo, larguísimo adiós.