Creo, tal vez porque en esos temas he andado muchos años, que nada aleja a este gobierno más de su supuesta vocación de izquierda y respetuosa de los derechos humanos que lo que ha hecho en términos de justicia con la FGR y ahora con el tema de la prisión preventiva.
Será fascinante ver cómo los aspirantes a la candidatura a la Presidencia, legisladores y otros representantes de Morena —que tan de izquierda se dicen— defienden lo que vimos ayer primero en la mañanera y después con un comunicado que quedará para la historia —no la buena— firmado por Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, y María Estela Ríos González, consejera jurídica del Poder Ejecutivo federal.
El texto se podría resumir en: es que le echamos muchas ganas para arrestarlos y meterlos a la cárcel… lo de la presunción de inocencia, luego. En fin, penoso.
Y la narrativa tanto del Presidente en la mañanera como del texto también implica una acusación: si dejamos en un juez la decisión de quién merece prisión preventiva, pues se van a corromper.
Será también aleccionador ver cómo responden aquellos ministros de la Suprema Corte de Justicia, de los que no tenemos claro qué piensan de los proyectos que se discutirán los próximos días y que terminarían con la prisión preventiva oficiosa, que no, hay que decirlo, con la prisión preventiva. A ver cuánto les pesa el Presidente.
Y pasada esa decisión de la SCJN tendremos la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que está bastante más clara en qué sentido vendrá y, pues sí, veremos cómo la descalifican en la mañanera.
Valga reproducir esto de la investigación de Animal Político e Intersecta sobre lo que en verdad es la prisión preventiva: “En realidad, quienes están en la cárcel son personas acusadas de pequeños robos o de narcomenudeo, que fueron enviadas a prisión mientras termina la investigación y ses les enjuicia. Los detenidos, además, son hombres y mujeres en una situación económica vulnerable… Son, según datos del Inegi, fundamentalmente personas que tienen estudios de secundaria o menos, que laboran en el comercio informal, como chofer de taxi o en trabajo artesanal, y que debían trabajar toda la semana, sin descanso, para mantenerse”.
Lo cito por aquello de primero los pobres… La verdad será divertido ver cómo defienden esto todos los morenistas “de izquierda”.
@puigcarlos
