Nadie ha reporteado el operativo de Rápido y furioso como Ioan Grillo lo hizo para su libro Blood, Gun, Money, que dibuja con precisión cómo la industria de las armas estadunidense arma a los cárteles mexicanos.
El ex presidente Felipe Calderón habló largo con Grillo para el libro sobre Rápido y furioso. Ahora que la FGR ha acusado de varios delitos a funcionarios de aquel sexenio en relación con el operativo, vale la pena volver a lo que Calderón le dijo.
Cuenta Calderón que muy pronto después de arrancar la guerra contra los cárteles se dieron cuenta del poder armado de las organizaciones. Fue hasta 2008 que lo habló con Bush cuando iba de salida, pero la oportunidad real fue en 2010, cuando habló frente al pleno del Congreso estadunidense y pidió que EU hiciera algo para controlar la venta y tráfico de armas.
Después de ese discurso, cuenta Calderón, “el gobierno estadunidense me dijo que estaba haciendo algo muy serio para atrapar y llevar a la justicia a traficantes de armas. Y después entendimos que era algún tipo de operación encubierta… en aquellos días nos sonó muy bien. Pero nunca imaginamos que sería un completo desorden”.
Calderón cuenta que en 2011 se dieron cuenta que algo andaba mal cuando un líder zeta capturado declaró a la autoridad que las armas las estaban vendiendo “agentes estadunidenses” del otro lado. Unos meses después, otro comandante zeta, Jesús El Mamito Rejón, les dijo lo mismo a sus captores mexicanos.
El ex presidente le dijo a Grillo que cuando la noticia de Rápido y furioso se publicó “se puso furioso”, pero al mismo tiempo vio a la NRA (La Asociación Nacional del Rifle) conspirar con los republicanos para atacar al presidente Obama y el fiscal general de aquel país. La NRA ha sido la organización de cabildeo que ha logrado la casi absoluta desregulación de venta y posesión de armas en EU.
“Entonces decidimos —cuenta Calderón— protestar en privado al gobierno estadunidense, pero no ser parte de la campaña contra el gobierno, porque estaba claro que era operada completamente por la NRA”.
Viendo lo sucedido con el paso del tiempo, Calderón no cree que Rápido y furioso haya sido parte de una conspiración sino algo muy mal hecho. “Era una buena idea —le dijo Calderón a Grillo—, pero implementada de manera horrible”.
Carlos Puig
@puigcarlos